El retrato
es, sin duda alguna, el género fotográfico que más me atrae. Me gusta ir por la calle y tratar de ver un poco más allá de lo que
está a simple vista. Volverme invisible, imaginar historias, recrear
personajes, contarme a través de los otros.
Hace algunos años inicié una serie titulada "Almas robadas" -trabajo en constante construcción-, que no es más que un intento
de crear mini relatos por medio de gestos o miradas de gente totalmente
desconocida para mi. Esa serie empezó cuando vivía en Venezuela y, desde que
comencé a viajar, fue creciendo con diversidad de rostros y escenas de todos los lugares que he visitado. En
ella se puede apreciar cierta variedad de personas con razas y culturas
diferentes.
Hoy hago un nuevo aporte a dicha serie con imágenes redescubiertas de aquí y de allá,
mientras me preparo para avanzar un poco más en este género, no sin antes
agradecer a todos los que, a pesar de lo poco constante, aún siguen visitando
mi trabajo.
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